Las Ordenes militares de caballería que hoy siguen fascinando a la novelística y a la historia nacieron hacia el año 1.000. Surgieron de las transformaciones sociales y políticas de la época feudal, del rol preponderante de los castillos y de la adopción de nuevas técnicas de combate por parte de los guerreros. Encontraron un enemigo en el Islam y la caballería se opuso fuertemente a él.
La sociedad que surgió de las invasiones del siglo V – VI en Europa fue aristocrática y guerrera e hizo que los hombres libres se relacionarán mediante la sujeción a otro más poderoso, mediante juramento de fidelidad, la encomendación. Ya en el siglo X abundaban los principados y los señoríos, y con ellos “ejércitos” privados sometidos a un señor.
Esta sociedad era violenta y la Iglesia busca pacificar mediante instituciones como la Paz de Dios y la Tregua de Dios, que restringían la guerra privada y buscaban crear un clima de paz. Por otro lado el Islam, que había conquistado vastos territorios del África Cristiana y de Occidente (España, Sicilia) era un peligro que exigía defensa. El Islam buscaba la conversión del mundo entero.
Así fue surgiendo una sociedad militarizada, constituida por tres órdenes: Clérigos, Guerreros y Campesinos, como lo expresó Aldaberón en un escrito en honor a Hugo Capeto. La Iglesia quiso formar una caballería eclesiástica, Militia Sancti Petri, pero no lo consiguió. Pero sí logró imponer un código ético en los guerreros y que profesaran defender la fe católica. Ello se conseguía mediante una Regla.
La primera cruzada:
En 1095, mientras España vive un proceso de recoquista frente al Islam que la habia invadido el 711, Urbano II predica la I Cruzada. En ambas empresas se comprometieron los caballeros que tomaron las armas para seguir al Papa y esta acción los transformó en el caballero prototipo del cristiano: distinguido y noble. En torno al caballero surgirá un código de honor, una literatura y una mitología, gracias a su armamento, a los torneos y a sus valores cristianos. Nacerán las canciones de Gesta, que cantarán sus aventuras.
Los Caballeros Templarios:
Fue la de los Templarios la más famosa en los siglos medievales. Sus miembros laicos guerreros, sacerdotes capellanes y servidores sargentos, guerreaban en la defensa del Reino latino de Jerusalén y en los principados cristianos, defendiendo al peregrino y siendo testigos de la fe.
Ellos, como las otras órdenes, tenían un Código o Regla, aprobada por el Papa. Poseían independencia política y tenían un Gran Maestre, elegido de entre los más altos caballeros. poseían fortalezas en Oriente y Occidente. Fue una orden rica lo que despertó la ira y codicia del rey Felipe IV el Hermoso, que los persiguió, encarceló y presionó al Papa Clemente V de Aviñón, que los suprimió en el Concilio de Vienne (1311 – 1312).
Se acababa así el servicio a los peregrinos en Medio Oriente y la defensa militar. La obra de su fundador Hugo de Payns, se acababa con la muerte, en la hoguera, acusado de herejía y traición a Cristo, de Jacques de Molais, el último Gran Maestro, que injustamente fue ajusticiado junto a la plana mayor de la Orden. Nacía así, la leyenda acerca de los templarios que dura hasta hoy.