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Historia del Cristianismo

La historia del cristianismo está íntimamente ligada a la Historia de la Cultura Occidental. No se puede pensar en esta cultura sino en una dimensión cristiana. Occidente nace como cultura tras la caída del Imperio romano. No se trata de una continuación intacta de la tradición del mundo antiguo, sino una nueva creación que toma la manera de pensar y su espíritu inquieto del mundo Grecorromano, su manera de organizarse política, social y económicamente de las tradiciones de los pueblos germanos y su esencia y postura frente al mundo del cristianismo. 

El Cristianismo es una religión que nace de la figura histórica de Jesús de Nazaret, quien tuvo 30 años de vida privada y 3 años de ministerio público. La historicidad de Jesús está avalada por múltiples fuentes históricas, romanas, judías y cristianas. Esto nos deja clarísimo que el personaje tuvo una existencia histórica real ya que fuentes de diversos orígenes hacen mención de su vida y obra. Era un judío y todos sus primeros discípulos fueron todos judíos, por lo que las primeras formas cristianas se acercan mucho al judaísmo, era la única forma conocida para ellos. Es por esto que al período inicial del cristianismo se lo llama judeocristianismo. Practicaban los rituales judíos a cabalidad y agregaban las nuevas visiones impuestas por Jesús. De hecho para ellos cualquier persona que ingresaba al cristianismo debía circuncidarse. El primer gentil, no judío, que se convierte al cristianismo fue un tal Cornelio, centurión romano, quien habría entrado a la nueva religión por influencia de Pedro. Esto está narrado en Hechos 10, 1- 48, se cuenta que se habría convertido él y toda su casa. Antes de esto ya había dos tipos de cristianos – judíos cristianos (habla aramea) y cristianos helenísticos (habla griega, pero judíos). Con el ingreso de Cornelio nacerá un nuevo tipo llamado “cristianos gentiles”, no judíos.

Si bien Pedro es una de la figuras esenciales del cristianismo , ya que fue elegido por el propio Cristo como piedra para levantar su Iglesia, la figura de Pablo de Traso representa para la historia de la nueva religión un salto cuantitativo y cualitativo de proporciones. Pablo tenía una formación diferente al resto de los apóstoles. Hay que tener en cuenta que los apóstoles eran personas sencillas de escasa educación. Ninguno de ellos sabía leer , ni escribir. El alfabetismo de la gente del siglo I era muy bajo y los apóstoles eran gente de oficios menores, por lo que es ampliamente probable que ninguno supiera leer ni escribir. El propio Pedro era pescador. Pablo era un ciudadano romano con una sólida preparación intelectual que marcará la diferencia teológica y llevará al cristianismo a un nivel superior. Es él quien por primera vez se hace una distinción profunda entre el cristianismo judaizante y la helenización del mismo. Dará una dimensión universal, católica a la nueva religión, la salvación es para todos. “ En esta nueva naturaleza no hay griego, ni judío, circunciso ni incircunciso, bárbaro, escita, esclavo ni libre, sino que Cristo está en todo y en todos” (Colocenses 3:11). Es Pablo quien ve que no se puede forzar a los gentiles que se convierten al cristianismo a tomar las formas judías. Asume su misión de ser el Apostol de los Gentiles. En la Epístola a los Gálatas dice haber sido elegido por Cristo para esta misión. De hecho habrá una pugna inicial sobre si es necesario seguir exigiendo las formas judías o no. Pablo representa la idea de independencia del cristianismo del judaísmo en lo formal. En su primer período Pablo fue persecutor de cristianos y se convertirá abruptamente al cristianismo tras caerse del caballo camino a Damasco. El mismo Cristo se le habría aparecido dicéndole” Saulo Saulo, por qué me persigues”. Pablo como buen converso será apasionado en su nueva religión y comenzará una batalla con los judeocristianos insistiendo que para aquellos que no vienen del mundo judío las formas judaizantes deben ser abandonadas. Triunfará su visión, el concilio de Jerusalén establecerá que la circuncisión no será obligatoria para aquellos no judíos que se hagan cristianos. Este primer concilio representará un nuevo rumbo en el sentido de la universalidad de la nueva religión cristiana. 

El período de expansión de la nueva religión cristiana sobre la diáspora por la acción de los apóstoles será conocida como la “era apostólica”. Esta culminará el año 95 con la muerte de San Juan quien era el menor de los apóstoles, de hecho era imberbe para el momento de la muerte de Jesús. Para este entonces, la religión cristiana había penetrado por las acciones principalmente de Pablo de Traso sobre una amplia parte del Imperio Romano, que se extendía por todo el alrededor del Mar Mediterráneo. El Imperio siempre se mostró dispuesto a aceptar nuevos dioses en el Panteón romano. Se trataba de una religión politeísta integrativa que aumentaba sus deidades junto con sus territorios. Pero en la nueva religión cristiana, los romanos encontraron un problema. Los cristianos no estaban dispuestos a que su Dios compartiese el lugar con dioses paganos. El Dios Cristiano era considerado el único verdadero Dios. Es por esto que las autoridades políticas romanas se vieron complicadas frente al crecimiento de esta nueva religión. Comienzan las acciones contra la expansión del cristianismo. Se inicia un período de persecuciones. Las primeras persecuciones serán de corte literario en las que destacan las lideradas por Celso en el siglo III ante las cuales los cristianos responden con defensas a su religión, por lo que los primeros intelectuales cristianos serán conocidos como apologetas, defensores. En la medida que crezca el cristianismo aumentarán las persecuciones, las cuales no serán sólo de argumentos , sino también violentas. Hasta el año 250 serán persecuciones parciales, limitadas a ciertas regiones y en ciertas circunstancias específicas, como la persecución de Nerón tras el incendio de Roma. Tras el año 250 comenzarán las persecuciones generales, las cuales se dan en todo el Imperio y coinciden con la debilidad de la religión politeista romana. En la decadencia del Imperio Romano, que ha perdido la fuerza de su ethos, Decio, Valeriano y especialmente Dioclesiano arremeten violentamente contra los cristianos. Debido a las presecusiones los cristianos comienzan ver el martirio como ideal de defensa a su fe. San Esteban es considerado el primer mártir de la Iglesia Cristiana. El propio Pablo de Tarso participó en su muerte, cuidando las ropas de quienes estaban atentando contra el hoy considerado santo. 

El proceso de creación del llamado Canon de lo que constituirá el Nuevo Testamento es un proceso lento. De hacho el proceso de la Torah, o antiaguo Testamente también fue sumamente lento, abarcando varios siglos. Ya para el siglo II, los cristianos aceptan cuatro evangelios, Mateo, Marco, Lucas y Juan como verdaderos. San Ireneo dice que estos cuatro evangelios son como los vientos de la tierra, que hay que leerlos todos para tener una verdadera noción de la verdad. Dice que separados sólo muestran parte de la verdad y que desvía la orientación. El proceso de recopilación del Nuevo Testamento completo se extenderá hasta el siglo IV. Muchos evangelios y otros libros serán considerados “ Apócrifos”, falsos, en el proceso. El emperador Constantino no tuvo nada que ver en este proceso. Hoy son múltiples las teorías falsas, casi de ciencia ficción , que atribuyen un rol primordial en la creación de falsos credos y la expansión de los mismos en occidente. Si, es cierto que Constantino representó un momento clave en la historia del cristianismo, él no manipuló los evangelios ni convirtió a Cristo, antes visto como hombre, en Dios. Constantino como emperador da libertad de culto a los Cristianos (Edicto de Milán 313d.C.), con lo que estos entran a la estructura oficial de Imperio (dejan de ser perseguidos). Es cierto que nadie puede asegurar que la conversión de Constantino haya sido de convicción. La tradición nos dice que éste se convirtió al cristianismo en su lecho de muerte. Las nuevas teorías que inspiran múltiples libros, entre ellos “El Código da Vinci” dicen que Constantino no se convirtió de convicción y que habría seguido siendo seguidor del Sol Invictus. Es cierto que no podemos asegurar si su conversión fue de real convicción, eso lo sabe sólo él y Dios, pero Constantino era un político y como tal, obedece a razones políticas. El vio que la nueva religión tenía más futuro dentro del Imperio y por eso les dio libertad. El Cristianismo había crecido considerablemente en el Imperio. Desde un comienzo los cristianos concordaban que Cristo era hombre y Dios al mismo tiempo. El gran problema es cómo se es hombre y Dios, parecieran ser dos realidades contrapuestas. Es por esto que desde el comienzo surgen dos corrientes consideradas heréticas, los adopcionistas, que consideren que Cristo es sólo hombre y los docéticos que consideran que es sólo Dios. Constantino ve que hay peleas entre los cristianos, religión que para él tenía más futuro político en el Imperio. Es por esto que convoca al Concilio de Nicea el año 325 para unir la visión de la nueva religión. Prima la visión de San Atanasio de Alejandría que establece que Cristo es hombre y Dios al mismo tiempo ya que es de la misma naturaleza del padre y que no son dos personas sino tres, dogma de la Santísima Trinidad. 

En el siglo II y III surgen un grupo de herejías conocidas hoy como gnosticismo. No se trata de un grupo unitario de creencia sino en varias variantes que responden a ciertas características comunes. Ellos son dualistas, coinciden el mundo dividido en dos, lo material y lo espiritual. Para ellos todo lo material es malo, por lo que Dios no puede haber creado el mundo, sino que éste sería obra de un demiurgo (no dios) y Cristo no podría jamás haber tomado la forma material humana. Ellos ven la bondad en la espiritualidad total y por tanto en el alejarse de lo material. La Salvación se alcanza a través de la adquisición de un conocimiento llamado gnosis, mediante el cual uno se va despojando de lo material y perfeccionándose. Por tanto, la salvación no es para todos, sino sólo para aquellos iniciados en la gnosis. Esta gnosis fue traída a la tierra por Cristo que no es más que un ente espiritual , sólo Dios. Son por tanto docéticos y no creen en la salvación para todos por tanto vistos por la Iglesia como heréticos.

Esta es la razón por la cual era fundamental convocar a un concilio que uniese y definiese el credo de los cristianos. Constantino convoca al concilio de Nicea donde se define el Credo Niceano que es la profesión de fe de un cristiano hasta el día de hoy. “Creo en Dios padre todo poderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único hijo….” Se establece que Cristo es hombre y Dios al mismo tiempo. Que son tres personas, Padre, Hijo y Espíritu Santo, que son una persona al mismo tiempo. Que el alma es eterna y que existe la comunión de los santos y el perdón de los pecados. Esta instancia es fundamental para entender el rol de la Iglesia y su creencias. Se establece que hay una sola Iglesia Santa que es la Iglesia católica, que ya para ese entonces cuenta con amplias estructuras

En cuanto al rol de Constantino en la confección de los evangelios no es tal. “El Enigma Sagrado” y “El código Da Vinci” dicen que Constantino habría manipulado los evangelios convirtiendo a Cristo que hasta entonces era visto como sólo humano en Dios. Esta es una falsa afirmación. Los Cristianos desde el comienzo consideraban a Cristo Hombre y Dios al mismo tiempo, el gran problema, como hemos visto, era como coexistían estas dos naturalezas. El proceso de los evangelios comenzó antes de Constantino y termina mucho después de él. El no tiene ninguna ingerencia en el proceso. Es cierto que él mandó a copiar evangelios, pero es muy fácil ver que estos textos mandados a hacer por él no fueron manipulados, al comparar estas copias con otras de data anterior. No hay variación en los textos. Ya en el siglo II San Ireneo habla de los los cuatro evangelios canónicos a Mateo, Marcos, Lucas y Juan. A fines del siglo III ya se cuenta con el Canon Muratoniano que cuenta con los cuatro evangelios de Ireneo, agrega los Hechos de los Apóstoles y nueve epístolas de Pablo. El criterio de inclusión de textos responde a cuatro criterios, que determinan que los textos sean aceptados o canónicos (incluidos en el canon) o apócrifos (falsos). El primer criterio es que sea Antiguo. Hay textos posteriores al siglo IV que ya por tiempo quedan fuera. El segundo criterio es que sean Apostólicos, que se adjudiquen la versión de un apostol. Hay que tener en cuenta que los evangelios no fueron escritos de primera fuente y por eso hablamos de los evangelios según San Mateo, según San Marcos, según San Lucas y según San Juan. Y no del evangelio de Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Lo que si, es fundamental tener en cuenta que la mayoría de los evangelios considerados apócrifos se adjudican una versión de un apostol también. El tercer criterio, uno de los más fundamentales es que sea Católico, es decir universal. Que la salvación sea para todos. En este punto muchos evangelios considerados apócrifos quedan fuera. Todos los evangelios inspirados por el gnosticismo consideran que la salvación no es para todos sino que sólo para los iniciados en la gnosis. Esta es la visión de Pablo “ Cristo está en todos”, la salvación es para todos. El cuarto y último criterio de inclusión es que sean Ortodoxo, esto se refiere a considerar a Cristo Dios y Hombre al mismo tiempo, que como vimos, era uno de los puntos de mayor disputa en la época. No debían ser docéticos, ni adopcionistas. Estos criterios aplicados juntos hacen y definen al cánon y catalogan de apócrifos no sólo a evangelios, sino también cartas y hasta Apocalipsis. De este modo en el siglo IV Eusebio hace un orden donde cataloga a los libros en canónicos (aceptados) , disputados y espuria (prohibidos y falsos). En esta lista caen todos los llamados Evangelios gnósticos de la Biblioteca de Nag Hamadi, que hoy están tan de moda.

En la medida que el cristianismo ya inserto en el Imperio crece nace una vida intelectual más polífera. La teología es inherente a la visión cristiana, ya que ésta como religión considera que Dios es el Logos y que el hombre está llamado a llegar a Dios por la fe y la razón. La razón humana debe hacer el esfuerzo de intentar entender la realidad. Los primeros inletectuales cristianos fueron los Apologetas, que defendían a la religión cristiana de quienes la perseguían y criticaban. Una vez ya insertada en el Imperio comenzarán a aparecer los llamados “padres de la Iglesia” que sentarán las bases teológicas de la nueva religión. Entre los padres griegos destaca San Atanasio de Alejandría, en los Siriacos, Efrén el Sirio y en los latinos, San Agustín de Hipona, Jerónimo de Estridón, Gregorio Magno y Ambrosio de Milán.

El caso de Ambrosio de Milán podría ser citado como un ejemplo de “corrupción” fue hecho sacerdote y nombrado obispo el mismo día. Pero este es un caso en la que el fondo era meas que lo formal. Ambrosio no sólo tenía gran vocación , sino que además hablaba de modo extraordinario y atraía a las audiencias. Las conversiones aumentaron por su causa, siendo al de San Austín mérito suyo. San Jerónimo será clave en esta nueva etapa dentro del Imperio ya que traducirá la Biblia al latín creando al llamada “Vulgata”. Esto será una labor complicada ya que deberá generar la creación de nuevos conceptos latinos para ajustarse a la realidad de las escrituras hasta ese minuto en arameo y griego. 

Es sin duda Agustín la gran figura de este período. Nace en Tagaste, Numidia, parte del Imperio Romano en el siglo IV, tras vivir una vida de desenfreno y pertenecer a una secta gnóstica, maniqueismo se convierte al cristianismo, siendo su libro “Confesiones” uno de los más cautivantes y espirituales de la cultura occidental. Su conversión se debe a la acción del obispo de Milán , Ambrosio, quien lo sorprendió y se su madre Santa Mónica, quien rezó en forma constante por su hijo. Construirá una teología sólida que enfatizará en la doble vía de la fe y la razón como camino hacia Dios. En “La Ciudad de Dios” muestra los dos caminos y el modo en que la fe ilumina y rectifica. Plantea que el hombre sin Dios se equivoca constantemente, “ camina encorvado”. Le tocará luchar constantemente durante su vida contra las herejías que en su tiempo por la dificultad de los medios de comunicación prenderán en forma continua. El año 380 a través del Edicto de Tesalónica el Emperador Teodosio hace del Cristianismo la religión oficial del Imperio. El Imperio ya estaba decadente, de hecho éste caerá el año 476 d.C., por lo que el cristianismo no podrá aprovechar plenamente esta incorporación oficial.

Tras la caída del imperio romano vendrá un período de confusión. Los germanos de diversas sippes (tribus) penetrarán sobre el Imperio y se generará un gran caos. La historiografía habla de este período como la Era Oscura, ya que no hay fuentes escritas. La historiografía trabaja con fuentes y cuando no hay fuentes, no hay luz para reconstruir la historia. El período tras la caída del Imperio romano es un período oscuro y confuso, donde la civilización y pensamiento creado podría haber quedado en el olvido y podría haberse perdido. Los germanos eran paganos y por tanto el cristianismo quedará relegado a pequeños enclaves en el continente europeo. Deberá reiniciarse la conversión de Europa. 

Será esencial la acción de Irlanda en este proceso. Hay autores como Thomas Cahill (How the Irish saved the civilization) que consideran que los Irlandeses salvaron la civilización que podría haberse perdido tras las invasiones. Desde Irlanda San Patricio, quien había sido un druida (líder espiritual celta) se convierte al cristianismo y comienza expandir la nueva religión creando una nueva espiritualidad que será la del monacato. El y sus seguidores, entre los que destacan san Columbano comenzarán la fundación de monasterios que no son aún constituidos como una institución unitaria. Cada monasterio tenía su propia regla, por lo tanto no se puede hablar aún de la Institución del monacato. Pero la acción de estos monjes irlandeses explica la conversión de los visigodos, anglosajones y francos. La conversión de Clodoveo, rey de los merovingios al catolicismo, esencial para la historia posterior de la Iglesia se debe a esta acción. Europa se llena de monasterios. Será San Benito de Nursia quien concebirá una regla unitaria para esta nueva institución creada y les dará unidad. Los monasterios serán los enclaves de cultura y preservación en este mundo de caos y confusión. De hecho hay autores, como Thomas Woods, en su libro “Como La Iglesia Construyó la Civilización Occidental” que afirman que en los monasterios, los monjes crearon nuestra cultura. Ellos disecaron los pantanos, enseñaron el cultivo, la metalurgia, en gran medida la ciencia, la caridad como una labor institucional. Cada monasterio tendrá además su sriptorium donde los monjes copiarán los libros, bajo la idea que mientras meas se copie menos posibilidad hay que se pierda. Serán los monjes los que preservarán la antigüedad para las generaciones posteriores. La fe vista como verdad, camino y vida deberá ser enseñada. Como la gente no lee es necesario enseñarla de otras formas. Es por esto que en los monasterios nace el arte occidental como una forma de enseñar en imágenes a personas que no decodifican códigos. Será primero el arte carolingio, luego el románico y finalmente el gótico las formas para enseñar esta religión que es de convicción. Una religión abierta que quiere incluir a toda la humanidad. En torno a los monasterios y catedrales surgirán escuelas de enseñanza, las escuelas catedralicias. El año 800 Carlomagno es coronado Emperador Cristiano, Occidente ya está maduro. El Emperador está por sobre la Iglesia, pero que tiene como fin el evangelizar y el aumentar las fronteras de un concepto unitario heredado del Imperio romano, La cristiandad. Este concepto no morirá tras la muerte de Carlomagno y la división del imperio Carolingio, revivirá con más fuerza en la restauración de Otón I y posteriormente en el concepto de Occidente Cristiano- El concepto de Europa Cristiana. Se aumentarán las fronteras de ésta hacia el este y luego hacia Escandinavia. Nacerá el concepto europeo de “la Cristiandad” que será el marco Geográfico de la nueva cultura occidental cristiana. 

Pero, de hecho, la Escritura encerró todo bajo el pecado, a fin de que la Promesa fuera otorgada a los creyentes mediante la fe en Jesucristo.Y así, antes de que llegara la fe, estábamos encerrados bajo la vigilancia de la ley, en espera de la fe que debía manifestarse. De manera que la ley ha sido nuestro pedagogo hasta Cristo, para ser justificados por la fe. Mas, una vez llegada la fe, ya no estamos bajo el pedagogo. Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús .En efecto, todos los bautizados en Cristo os habéis revestido de Cristo:ya no hay judío ni griego; ni esclavo ni libre; ni hombre ni mujer, ya que todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.Y si sois de Cristo, ya sois descendencia de Abraham, herederos según la Promesa.

Galatas 3, 22-29 ( San Pablo)

  • Woods, Thomas E. How the Catholic Church built the Western Civilization. Ed Rednery, Washington 2005
  • Cahill, Thomas How the Irish Saved Civilization. Anchor Books, Ireland 1995
  • Fletcher, Richard The Conversión of Europe. Fontana Press UK 1997
  • McManners, John The Oxford Illustrated History of Christianity (Editor), 2001

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