Charles Dickens es uno de los autores ingleses más importante de todos los tiempos. Es un observador de realidades de su tiempo, creador de personajes entrañables, descritos con una naturalidad y creatividad que lo ponen en un puesto esencial en la historia de la literatura universal. Publicó dieciseis novelas, consideradas mayores, entre las que destacan, Oliver Twist, David Copperfield, Nicholas Nickleby, Bleack House, Hard Times, Little Dorrit, Great Expectations, entre otras, que lo han mantenido en el tiempo entre los títulos que, como dice el dicho hay que leer “ antes de morir”. Cinco historias de navidad que han dejado una huella imborrable y creado personaje que son arquetipos de la esencia humana. También publicó algunas obras menores de impresiones de sus viajes y participó en revista semanales como Master Humphrey’s Clock, Household Words y All the Year Round, en las cuales escribió diversos artículos y publicó varias de sus novelas por entrega.
Este grande de la literatura universal este 2012 celebra los 200 años de su nacimento y la celebración nos permite re mirar su vida y obra desde una perspectiva más amplia, como observador y protagonista de la llamada Era Victoriana. Hijo de John y Elizabeth Dickens pasa sus primeros años en Porthmouth, Hampshire. Al poco tiempo su familia se traslada a Londres. Para él sus primeros años fueron idílicos. El mismo se define en esta época como “un niño no muy cuidado, que pasaba el tiempo en el campo y leía mucho”. Hace referencia a las novelas de Tobias Smollett y Henry Fielding, que habrían alimentado su imaginación y orientado su estilo descriptivo fascinante en el futuro. Durante este período de su primera infancia su padre trabaja para la marina y el pequeño Charles tuvo acceso a un colegio privado – William Giles’s School en Chatham. Esta estabilidad terminó cuando John Dickens gastó más allá de sus ingresos y fue enviado a la prisión para deudores Marshalsea debtor’s prisión en Southwark. En esta época aún existían cárceles separadas para delincuentes comunes y deudores. Las familias podían acompañar al condenado en estas instituciones, pero al pequeño Charles, que para ese entonces tenía 12 años, lo enviaron a vivir con una amiga de la familia cerca de Camdem Town y a trabajar para generar ingresos. Más tarde se trasladaría con una familia amable de un insolvente agente de la corte de Lant Street. Estas experiencia le marcarían profundamente e inspirarían varios de sus más entrañables personajes. De hecho el señor Micawber de David Copperfield es reflejo de su propio padre. Una buena persona incapaz de controlar sus gastos y que arrastra a su familia en sus desgracias. Los domingos él y su hermana Fanny iban a pasar el día a la prisión de su padre, el recuerda estos días como los mejores de la semana, lo que muestra el anhelo del pequeño por su familia. Este ambiente de la prisión de deudores lo usaría más tarde para situar su novela Little Dorritt. El señor Dorritt está preso en la Marshalsea y es el más respetado prisionero, llamado por sus pares “el señor del lugar”, igual que su padre. La sociedad victoriana vive de las apariencias y la respetabilidad es un valor intransable. En este período, el pequeño Charles, trabajaba 10 horas al día en una fábrica de teñido de zapatos cercana a la estación de Charing Cross, en la cual debía poner etiquetas a los zapatos que ya estaban limpios. Sus recuerdos de esta experiencia laboral son las peores. Esto despertó en él un interés por reformas sociales y laborales que mantendrá el resto de su vida y que reflejará a lo largo de su obra. Será un gran denunciante. Su padre no permanece largo tiempo en la prisión, ya que la madre de éste, la abuela de Charles, Elizabeth , fallece dejándole 450 libras esterlinas en herencia, con lo cual pudieron pagar las deudas. Pero a pesar de que la familia deja la prisión no retiran al pequeño Charles de su miserable vida de trabajo, cosa que el autor nunca olvidará y guardará con gran recelo. De hecho, culpará a su madre por no hacer nada al respecto, cosa que nunca olvidará. Es así como al crear al personaje de la madre de Nicholas Nickleby se inspira en su propia madre. Nunca hizo nada y dejó ser el mal. En este período de soledad él dice “no haber encontrado ningún consuelo y sólo haber querido morir”.
Después de esta terrible experiencia, su familia lo mandó a buscar y lo puso por tres años en The Wellington House Academy. Es interesante ver que Charles Dickens y muchos otros eminentes victorianos no tuvieron una educación formal completa e incluso, varios de ellos nula. Importantes intelectuales como John Ruskin, George Eliot. John Stuart Mill, Harriet Martineu nunca fueron al colegio, lo que demuestra que no es necesario cumplir con la escolaridad para llegar a ser grande. Dickens cursó sólo 4 años de colegio. Uno en William Giles’s School a los 9 años y luego en The Wellington House Academy en Londres desde los 13 a los 15 años. Todo el resto fue autoeducación. De hecho su experiencia escolar no fue la mejor recordada ya que inspirará las terribles historias escolares de sus novelas, el cruel Mr. Creakle en el primer colegio de David Copperfield o el abuso contra los pupilos mostrado en Nicholas Nickleby. Alguna experiencia buena tuvo que inspiró al gran maestro Mr. Strong del colegio en Canterbury de David Copperfield, un hombre orientado hacia el bien y la verdad, lo que deja claro que para Dickens una buena educación sólo apuntaba a esto. Es precisamente en la época de Dickens que comienzan a desarrollarse los colegios y en las generaciones venideras de la década de 1870 la educación primaria pasará a ser obligatoria (Education Act 1870). La mayoría de los intelectuales no iba al colegio, si a la universidad. Es más, antes de la década de 1870 la mayoría no iba al colegio y no por eso tenían escasa formación intelectual. Nadie midió el nivel de lenguaje del joven Charles Dickens, pero sin duda la prueba del tiempo le ha dado los mejores resultados. Leer sus obras hoy sigue siendo fascinante.
Tras esta experiencia escolar, Dickens se empleará en una oficina de abogados de Ellis y Blackmore en Holborn. Será taquígrafo judicial. Varias etapas de su vida pueden verse a través de sus novelas, las cuales son en gran medida autobiográficas. De hecho es David Copperfield la novela más autobiográfica de todas. David tiene una infancia feliz, su padre muere antes que él nazca, su madre es buena pero incapaz, igual que su madre. Vuelve a casarse y sólo observa como su hijo es maltratado por el nuevo padrastro sin hacer nada. Tras la muerte de ésta el padrastro envía al niño a pegar etiquetas en botellas en Londres, donde experimenta el trabajo infantil y tiene una existencia miserable. Vive junto a la familia Micawber la cual está siempre acogotada y estrecha a causa de las deudas. Tras huir de Londres y llegar a la casa de su única tía, quien le manifestará su amor y velará por él. Irá a un buen colegio, recibirá una buena educación y luego se empleará en una oficina de abogados. Dedicándose a escribir en forma regular. La vida de David es la propia mostrada en forma textual y desde sus sentimientos. Su padre no murió cuando él nació, pero es como si lo hubiese hecho en muchos aspectos. Su madre, no aportaba en ningún sentido y el amor y comprensión lo encontró en otros lugares. Pero esta no será la única novela autobiográfica, de hecho todas tendrán en parte su propia historia. En Nicholas Nickleby muestra la ineficacia y burocracia del sistema legal que le tocó conocer por dentro. En Bleack House se ríe de estas características. El sistema legal en la época victoriana era tan lento, que los clientes envejecían antes de resolverse los casos. Muchos morían sin resolución.
La primera obra que publica será A Dinner at Poplar Walk en 1833 la que aparece en la Mounthly Magazine. Para 1834 intenta trabajar como periodista político en el Morning Chronicle. Ya el 1836 comienzan las columnas de Boz – Sketches by Boz, que posteriormente serán editados como una unidad. Ese mismo año publica Posthumous Papers of the Club Pickwick. Ese año conoce a Catherine Thompson de quien se enamora de su candidez y contrae rápidamente matrimonio. Con ella tendrá diez hijos entre 1837 y 1852. Todos serán hombres menos la segunda y tercera que serán sus regalonas. En 1850 nace Dora quien morirá antes de cumplir un año. No es casualidad que use ese nombre en David Copperfield, que ya sabemos que es su novela más autobiográfica. Una vez que David comienza igual que él a trabajar con abogados es capaz de sustentarse. Conoce a Dora, una joven cándida e inocente de quien cree estar totalmente enamorado. Tras resolver una serie de inconvenientes y presentarle a su amada, ahora huérfana a su tía, contraerá matrimonio con ella. La tía Betsy la llamará “avecilla”. Dora es inútil, e infantil. Llora en forma permanente y exige sin poder constatar la realidad. Dora es en realidad su verdadera mujer, Catherine. En la historia de David Copperfied Dora, igual que su pequeña hija Dora morirá y le permitirá al personaje darse cuenta de su verdadero amor y lograr la felicidad. En la realidad Dickens se divorciará de su mujer con 10 hijos, lo que para la época victoriana era un escándalo. Mantendrá a su mujer el resto de su vida y se encaprichará con la actriz Ellen Ternan mucho menor que él, quien se convertirá en su amante a los 18 años. Los niños vivirán con él como era la tónica victoriana.
La época de Dickens, el siglo XIX en Inglaterra es un período de grandes cambios. De hecho se inventa el mundo tal como lo conocemos hoy. La época victoriana (la reina victoria gobierna desde 1837 a 1901, casi todo el siglo XIX) es una época en la cual los cambios son visibles. La revolución Industrial había cambiado la escala de producción a una dimensión nunca antes vista. La escala humana de producción y consumo cambió dando paso a una nueva dimensión en el tiempo. Rápidamente el tranquilo campo inglés se vio atravesado por el ferrocarril y las anteriores grandes distancias se convirtieron en cosas del pasado. Este invento permitió a las personas viajar por el día a la playa, el “Sea Side” y conectar lugares acortando las distancias como nunca antes se había visto. Se levantaba como un ente democratizador ya que ahora todos viajaban en el mismo tren, aunque algunos en primera y otros en tercera, pero a los mismos lugares. Las ciudades crecieron y fueron aumentando los suburbios y con ellos, los omnibuses. En 1865 se inaugura el primer tren subterráneo con la primera línea del “ tube”, The Piccadilly Line y para fines del siglo Oxford y Circle line.
El norte inglés se llenó de fábricas de producción de textiles y de minas para poder extraer la energía para echar a andar la “manufactura del mundo” que era ahora el territorio inglés. Ya el propio Adam Smith había augurado que no era lógico que una isla como Inglaterra fuese rica y concluía que lo que hacía rica a una nación era la laboriosidad de sus habitantes y no los metales precioso como mal se pensaba. Los cambios fueron totales y visibles. Las ciudades se convirtieron en centros de atracción como fuentes de empleo, con los que el crecimiento demográfico de las zonas urbanas fue algo no conocido ni imaginado. No hubo capacidad real de absorber este crecimiento, con lo que el auge industrial trajo aparejado una situación de condiciones infrahumana de vida en las ciudades. Esta es la época que le tocó vivir a Charles Dickens, quien nació en 1812, ya con los cambios industriales notorios. Para la década de 1840 Inglaterra es el líder indiscutido en la producción y el mundo tranza en libras esterlinas. El año 1851 se organiza en Londres la primera Exposición Universal de manufacturas. Se trataba de mostrar al mundo la grandeza inglesa por lo que Joseph Paxton, Henry Cole, junto al príncipe Alberto, marido de la reina Victoria, crean el fabuloso Cristal Palace y sorprenden al mundo entero. Se inauguraba la era del consumo y este gran palacio de vidrio y acero se levantaba como la “catedral de la industrialización”. El mundo queda sorprendido. La exposición fue visitada por más de 6 millones de personas.
Las comunicaciones se revolucionaron de igual manera con el invento del telégrafo que permitió tener noticias al instante. La Guerra de Crimea fue totalmente cubierta por la prensa. Las noticias frescas llegaban del frente de batalla y los ingleses pudieron conocer los pormenores desastrosos de esa guerra. La prensa pasó a tener un rol primordial. El siglo XIX es la época de oro de los periódicos y las publicaciones. El porcentaje de alfabetismo fue en aumento en todo el país. Incluso los obreros asistían a Sundays Schools donde se les enseñaba prioritariamente a leer y escribir a través de lecturas de la Biblia. Las publicaciones tenían un amplio público, los libros comenzaron a variar ediciones para satisfacer aun público cada vez más lector. Esto explica el éxito de Charles Dickens y sus novelas por capítulos que aparecían en revistas y periódicos. Comenzó escribiendo columnas con el pseudónimo de Boz y luego novelas seriadas que alcanzaron gran popularidad.
Cuando la Reina Victoria asume, Dickens publica “Oliver Twist” por capítulos y el primer ministro de esa época, Lord Merlbourne le recomienda no leerlo, “ se trata de cosas tan desagradables”. La visión de mundo imperante en Inglaterra del período es el “utilitarismo” que pretende lograr el máximo placer y el menor dolor. La idea es lograr el máximo bienestar para la mayor cantidad de gente posible y si eso implica el dolor de algunos, es parte del costo del bien mayoritario. Eso explica que el sistema industrial victoriano se sustentara en la explotación de los miserables para el bien de la clase media emergente. La visión de los victorianos es que cada uno puede autoayudarse. Si la gente quiere, puede surgir y si no lo hace es porque no quiere hacerlo. La idea que el pobre es pobre, porque es flojo impera en esta mentalidad. En 1834 aparece la enmienda a Ley de Pobres que termina con el apoyo estatal a las parroquias para la ayuda de los necesitados. Se crea el sistema de las Workhouses. Sistema estatal que procura instalaciones separadas por sexo para acoger a los desempleados. La idea es dar techo y alimento precario a quienes no se ayudan. La pobreza es vista como una condición escogida, por lo que la Workhouse debe ser menos agradable que el exterior, de lo contrario los pobres, que son endémicamente flojos, procurarán quedarse. Las familias son separadas. Hay instalaciones para mujeres, otras para hombres y otras para niños. El Estado victoriano procura separar a los niños de la mala influencia que son los padres pobres, llenos de vicios. El Estado se autoarroga el saber qué es mejor para esos niños. El propio Charles Chaplin se crió en una workhouse y cada vez que pudo se arrancó para ir a ver a su madre. Añoraba con premura estar junto a ella, el estado no se lo permitía. Este cambio a la ley de pobres fue duramente criticado en la prensa por intelectuales. El propio Coleridge habla de la inmoralidad de dejar morir de hambre y de ver el problema como ajeno a la sociedad. Dickens será un gran crítico al sistema y entrará desde sus observaciones a mostrar la doble ética. El propio Oliver Twist es un niño que nace en una workhouse. Es hijo de una joven madre soltera, cosa que la sociedad victoriana considera imperdonable e inmoral. Las madres solteras en las workhouses eran castigadas socialmente y recibían menos alimentos que el resto. Oliver a pesar de todo es fuente de bondad, es más, no puede haber inocencia y bondad en este ambiente miserable, pero Oliver es la antítesis. Incorruptible, a pesar del sistema y de las penurias. Oliver, como todos los personajes de Dickens es una caricatura, no una realidad. Se exageran sus cualidades y vicios, lo que como resultado, genera una realidad hiperresaltada que resulta más real que la realidad misma. En esta novela Dickens critica duramente el sistema de las Workhouses mostrando un alma sublime, apuntando a los sentimientos de sus lectores y haciendo énfasis en los abusos del sistema mismo. El niño es duramente castigado por pedir más comida. La comida es algo que no debe ser abundante para la “gente de esta clase”, según la visión victoriana. Se quiere gente obediente y necesitada. Cuando la ley de Instrucción Primaria se establece en el Reino Unido las Workhouses deben establecer un sistema de colegios en su interior. Las juntas de pobres establecen que es fundamental enfatizar en las tres R, reading (leer) Writing (escribir) y Arithmetics (matemáticas). Enfatizan “few humanities” (pocas humanidades). Se busca crear gente útil, pero no pensante. Engrosar y mantener el sistema de utilidad, era parte de la llamada “ Real politik”. Esto critica Dickens en Nicholas Nickleby muestra un colegio que pretende embrutecer a sus pupilos y abusar de ellos. Los recuerdos del propio autor del sistema escolar no son los más auspiciosos.
Dickens es un gran observador de su tiempo. Dormía poco y le gustaba dar largos paseos por Londres, ciudad que conocía a la perfección, no sólo urbanísticamente, sino también en ambientes y situaciones. Charles Dickens ve lo que los victorianos no ven. La ciudad es fascinante y en ella, junto con las atracciones y productos ofrecidos, cada vez más maravillosos y numerosos, existe una realidad que la “real politik” victoriana y la actitud común, no quiere ver. Hay un mundo, submundo invisible. Pobreza, hacinamiento, prostitución, trabajo infantil, hambre, desempleo, hombres eperando junto al Támesis desembarcar los múltiples barcos llenos de productos, que sólo reciben paga si se les emplea. Londres no es una ciudad industrial, es un gran Mercado en donde todo se tranza. La pobreza es abismante. Luke Fildes realizó ilustraciones que dejaron a lo sociedad en shock con su Houseless and Hungry y el propio Gustave Doré en sus London Pilgrimage estremeció con su realismo al mostrar la pobreza tal cual como se presentaba. La prostitución era endémica. Hay más de 80.000 prostitutas operando sólo en Londres, lo que era abismal. Las enfermedades venéreas eran un mal permanente y los embarazos no deseados abundantes. La situación de la mujer en la sociedad victoriana era muy compleja. No tenían ningún tipo de derechos. De hecho al casarse todos sus bienes, incluso los hijos pasaban a ser propiedad del marido. En una sociedad machista como la victoriana, el errar de una mujer no era perdonado. El peor error, que implicaba gran castigo social, era ser madre soltera. Ya no había más oportunidades de trabajo ni de inserción social. La única opción era la prostitución. Frente a esta realidad Charles Dickens reacciona. En sus recorridos nocturnos por Londres conversaba con la gente de la calle, lo que le permitió posteriormente crear los personajes más reales y memorables de la literatura universal. En su preocupación por la realidad que se le presentaba ante sus ojos, abrió una casa de acogida para prostitutas, donde se les enseñaban oficios para su posterior reinserción social.
La realidad del alcoholismo y drogadicción era abundante. Hay que entender que el opio era legal y se podía comprar en cualquier farmacia en la época. Las señoras de la alta sociedad lo combinaban con el te para calmar los nervios y la mezcla con alcohol – laudano , era muy popular. Los avisos en los periódicos ofreciendo “ Pain Killer” a base de opio, heroína y cocaína son abundantes, incluso para calmar las encías de los lactantes. A pesar de la legalidad en la ciudad de Londres y muchas otras ciudades existían los fumaderos de opio, generalmente administrados por chinos. Dickens frecuentaba estos lugares, le gustaba conversar y empaparse de realidades que luego llevaba a sus obras. Como muchos victorianos también consumía opio.
El trabajo infantil es algo que a Dickens le golpeaba. El mismo lo había experimentado y había deseado morir. En sus novelas son muchos los niños que trabajan, muchos también sufren y son maltratados en sus labores, otros trabajan con sus familias y son parte de la normalidad. Dickens usa a los niños para cautivar los sentimientos del lector y sensibilizar en su época a los insensibles. En Inglaterra Victoriana los niños entraban al mundo laboral desde muy temprana edad. 6-7 años. Las familias pobres esperaban tener más hijos, que prontamente ingresaran a las labores en industrias y otros, para aportar en la casa. Uno de los trabajos más terribles en los que se empleaban los niños era el de deshollinador. Para 1853 había más de 4000 niños trabajando en esto. Se los podía emplear desde los 7 años y generalmente los buscaban en las workhouses. El ideal era niños huérfanos, que nadie fuera a reclamar. El pago era la alimentación. Había muy poca legislación en este tema y una gran explotación. Dickens nos muestra en Oliver Twist que cuando un deshollinador lo quiere llevar el niño llora desconsoladamente porque sabe que el destino de los niños en las chimeneas es la muerte por asfixia. No sólo Dickens aportará en sensibilizar en este tema sino que el arte y otros literatos como Charles Kingsley con su obra Water Babies aportarán ampliamente al camino de la legislación que terminará prohibiendo meter niños en las chimeneas.
Dickens contribuirá en dos periódicos Household Words y All the Year Round. donde publicará parte de sus novelas en la modalidad por entrega. En 1837 comienza a aparecer por capítulos Oliver Twist. En 1838 Nicholas Nickleby, en 1840 The Old Curiosity Shop, con los cuales ya alcanza gran fama. Ya existía una especie de interactividad con el público. En esta historia ya se veía cual sería el futuro de la pequeña Nell adorada por su abuelo y la gente escribía cartas suplicando que no la mataran. Dickens ya lo tenía decidido Nell debía morir igual como lo había hecho la hermana de su mujer, quien inspiró al personaje.
1841 será el turno de Barnaby Rudge, Dickens ya era una celebridad. Será invitado a Estados Unidos, donde irá con su mujer. Tras su viaje escribirá Las Notas sobre América. 1843 será el turno de Christmas Carrol, lo que lo catapultará con el público. Tal vez sea esta una de las obras más entrañables del autor y Mr Scrooge el arquetipo de quien no sabe vivir, ni valorar la vida. La idea de la noche de navidad como momento de buenos deseos y armonía también es una invención victoriana. Es en esta época cuando se incorporan rituales como el árbol de navidad y la comida familiar, villancicos y se toman desde alemania una mezcla del culto a Nicholaus con el legendario culto a Odín y nace un nuevo concepto que desde los Estados Unidos volverá como santa Claus. Es en Navidad que a este uraño, margo y avaro personaje lo visitan los espíritus del pasado, presente y futuro. Dickens tomando la idea del viaje de Dante y la divina comedia nos cuenta una historia de cambio radical que enmarcada en Navidad cautiva al público hasta hoy. Ese mismo año publicará Martin Chuzzlewit, donde usará descripciones y actitudes americanas. En 1846 publicará Dombey and Son.
Ya con gran éxito y siendo millonario en vida comprará Gad’d Hill Place, la casa de sus sueños, como una prueba de su éxito. En 1849 publica David Copperfield, 1852 Bleack House, obra cuyo plot tal vez es el más complejo y torcido, que es una de als especialidades del autor para mantener al lector en suspenso. En 1854 publica Hard Times, tal vez la novela más social del autor. 1855 será el turno de Little Dorrit, otra truculenta historia que enfatiza en rol de las formas para los victorianos en forma magistral. Romperá con sus editores y se dedicará a viajar por Italia. Publicará Imágenes Italianas y en su paso por Francia conocerá a Alejandro Dumas y Jules Verne. A su regreso comenzará a realizar conferencias y lecturas públicas, que posteriormente lo llevarán nuevamente de gira por los Estados Unidos. En 1859 publicará A Tale of Two Cities , donde mirará las realidades paralelas francesas e inglesas, lo que resulta muy interesante desde un protagonista de la época. En 1860 será el turno de Great Expectations, una joya sin tapujos, que muestra una realidad descarnada y cruel. En 1864 publicará Our Mutual Friend, cuyo manuscrito salvará de un accidente ferroviario del que será parte. Finalmente se publicará en forma póstuma The Mystery of Edwin Drood en 1870 el año de su muerte.
Dickens es más que un simple autor “ antiguo”, “pasado de moda” que ya nadie lee. Es cierto que da mucha pena que las reediciones que de él se hacen sean resúmenes de los argumentos. Es cierto que los niños siguen leyendo a Dickens, pero la verdad es que leer a Dickens abreviado, no vale la pena, porque no es Dickens. Versiones de Oliver Twist o David Copperfield de 120 páginas abundan y no tienen valor alguno. Estas omiten lo mejor de Dickens que es el ambiente y las descripciones de un observador de una época que se hace presente al lector con olores, sabores y colores. Es una fuente histórica real para hablar de la vida en la Inglaterra Victoriana. Lo más importante de Charles Dickens es justamente lo que las ediciones resumidas le eliminan. Para eso más vale ver las versiones de las series de sus obras realizadas por al BBC que son una joya en todas sus versiones. Dickens promete sorprender y encantar en el hoy a quien se anime a tomar las ediciones de 800 páginas que corren como jabón por los dedos.